Depikofino en Sevilla

Qué lugar tan fantástico, Francesca fue increíble al hablarnos del menú. con una cara sonriente a pesar de nuestra ignorancia del español. 100% recomendado 👌

Fuimos a cenar este fin semana y nos sentamos en la terraza. Ambiente muy tranquilo, con camareros serviciales. Pedimos la ensaladilla de melva, que estaba buenísima y muy recomendables las croquetas de bacalao. Aunque son platos pequeños, merece la pena probar los platos diferentes que ofrecen, como la lasaña de calamar con parmesano. Lo recomiendo.

Solo estuve tomando café, copa y puro en la terraza. El servicio muy amable

Conocimos el lugar por dos ocasiones anteriores en las que estuvimos y como nos gustó mucho la comida y la atención, lo elegimos para celebrar nuestra boda civil con la familia más cercana. Yo iba a la carta porque soy vegetariana y el resto llevaba menú con entrantes y plato principal. El precio está muy bien, con bebidas y postre. Les gustó mucho la comida y quedaron encantados. Además fueron muy amables. Gracias por formar parte de nuestro día especial.

Comimos una aparentemente sencilla ensaladilla de melva, exquisita y corvina a la plancha sobre carbonara de mortadela, original, apetitosa y suficiente. Bien cocinada y jugosa, perfecta. Pedí un verdejo seco y el señor que nos atendía, un enamorado de los vinos, me trajo un singular "Caraballas" , algo menos seco de lo habitual,con recuerdo a hierbas al final. También me hizo probar un (para mí) sorprendente PX blanco seco "Fresquito", muy agradable, con marcado final a vino Manzanilla. La atención agradable, no invasiva y cordial. Tienen picos sin gluten y se presta atención a posibles intolerancias o alergias alimentarias. Un insospechado acierto.

Excelente comida, mejor servicio. Sólo para recomendar.

Un sitio genial y comida muy elaborada

La comida está buena, pero los platos son escasos en comparación a la cantidad que cuestan. El pato está muy bueno. El risotto de carrillada está muy bueno, y menos mal que lo pedimos por que venía mucha cantidad, sino lo hubiéramos pedido, nos hubiéramos quedado con hambre. La lasaña de choco en su tinta está bien, pero no entiendo muy bien qué se le llame lasaña.

De mis platos favoritos en restaurantes de Sevilla: el risotto ibérico. También pedimos mini hamburguesa (una delicia) y fingers de pollo con salsa barbacoa ( muy buenos también) El personal muy agradable y atento. Sin duda volveremos.

Buscábamos algún lugar por la zona para tomar unas tapas por cumpleaños y nos pareció atractivo e interesante por la carta y fuera de carta. Local con terraza agradable y salón diferenciado en dos espacios, uno más íntimo y apartado de zona principal y el otro que forma parte de la cabecera del local, algo más jaleoso. De ambiente acogedor y decoración rústica urbana, su oferta gastronómica está basada en cocina internacional, teniendo presente platos de cocina tradicional innovada. Éramos un grupo de cinco amigos y decidimos pedir todo a compartir. Nos quedamos con las ganas de probar varios fuera de carta ya agotados, finalmente nuestra elección: - Croquetas de caña de lomo y setas con parmesano, ambas crujientes, doradas y cremosas en su interior. Las de caña de lomo suaves y más bien tontas, nos decepcionó. Sin embargo, las de boletus muy ricas, nos gustaron tanto que repetimos. Muy recomendables las croquetas de boletus. - Gyozas de verduras, relleno sabroso y contundente. Me gustan las que llevan un toque de plancha u horneado que aportan toque crujiente, como estas. - Cerdo sumiso, solomillo de cerdo con salsa elaborada a partir del propio jugo de la carne. Carne tierna y jugosa, salsa no destacable. La presentan acompañada de chips de batata. - Tataki de pato con compota de fresas y guindillas, correcto, pero no destacable. - Huevos rotos con morcilla de Burgos y lascas de parmesano, combinación acertada y bien rica. Algo corto de sal, pero lo solventamos sobre la marcha, nos gustó bastante. - Queso, el mejor postre sin duda. Correcto. En cuanto a carta de vinos, aparentemente es amplia, pero quizás fue puntual del día que estuvimos, pero cierto es, que lo que nos ofrecieron era bien escaso y teníamos poco margen incluso para pedir botellas. Es más, solo ofrecían un tipo de vino tinto por copas (bastante mediocre), cuando en carta aparecen varios disponibles. Lo anteriormente comentado junto a un par de rondas de bebidas y dos botellas de vino ascendió a poco menos de 160€. Como conclusión puedo decir, que si se da de repetir por circunstancias repetiré, pero intencionadamente no lo haré.