Casa Cachon en Castropol

Pequeño y maravilloso escondite en Asturias. Si estás de camino a A Coruña, definitivamente deberías parar aquí. Incluso si no juegas al golf, es un gran lugar para hacer una parada. La casa de campo ha sido renovada con mucho cariño y todos los accesorios han sido cuidadosamente elegidos. Silencio absoluto aparte del canto de los pájaros y el croar de las ranas. ¡Dormimos muy bien! Desafortunadamente no pudimos probar el restaurante porque estuvimos allí un martes y es el único día que está cerrado. En el pueblo de Tapia de Casariego, a pocos kilómetros, se puede comer muy bien y dar un estupendo paseo por la costa. Los dueños de la casa son muy, muy amables y serviciales y hablan inglés. El desayuno está muy bien. Si no puedes comer harina blanca, debes traer tus propios pasteles. ¡El café es bueno! El pequeño campo de golf de 9 hoyos definitivamente merece una ronda (o dos). Cuando estuvimos allí a finales de mayo estaba en excelentes condiciones. El green fee es vergonzosamente bajo: 14 por 9 hoyos. ¡Gracias a Belén y Nacho por el buen alojamiento!

Atención personalizada, buenas instalaciones y trato amable y exquisito por parte del personal, atento a todo lo que se necesite. Su localización, piscina, jacuzzi, campo de golf, junto a la presencia del restaurante de calidad el Pajar, dan un plus al complejo que sin duda, es para repetir en más ocasiones

Estamos haciendo el Camino de Santiago de la Costa y nos decidimos por el Hotel Casa Cachón porqué estaba en la ruta. El alojamiento es un conjunto de edificios típicos, restaurados con mucho encanto y con todos los servicios que puedas necesitar y más. Comimos en el restaurante del hotel antes de hacer el check-in, y si bien el comedor es súper acogedor y el calor de la estufa de leña se agradece y le da un toque auténtico, hemos de decir que la comida y el servicio fueron de 10. Productos frecos y de la tierra cocinados de manera exquisita y riquísimos. Tanto los entrantes, como los segundos, como los postres caseros. Nos alojamos en una habitación de la planta baja, espaciosa, con ventanas, la camas y las almohadas eran cómodas, el baño también espacioso, y la wi-fi funcionaba bien. Por la tade disfrutamos de la piscina climatizada y del jacuzzi. Un lujo pues estuvimos solos y nos relajamos mucho. La temperatura de ambos ideal. Y para terminar la tarde, pasamos un buen rato de lectura en el salón del hotel y en la cafetería. Espacios acogedores, tranquilos y con buenas vistas. El desayuno variado, abundante, con productos frescos, caseros, y autóctonos. Para terminar, decir que valoramos de manera muy positiva el trato recibido por parte de todo el personal con el que tratamos, y en especial el de Belén. Fue muy amable, atenta y profesional. Recomendamos mucho el hotel y sus instalaciones, así como el restaurante.

Una auténtica maravilla de lugar, la atencion es magnífica y sumamente cercana y la comida muy, muy buena. Tranquilidad, descanso y comodidad a portes iguales, felicitaciones por lograr un hotel tan fantástico. Un sitio para volver no una sino muchas veces.

Lugar muy tranquilo, con piscina cubierta y campo de golf

El hotel es agradable, confortable, bien atendido y cuenta con instalaciones que permiten disfrutar de la estancia. Por ponerle un inconveniente, en un día de viento el aire resulta muy ruidoso en la habitación de la buhardilla y resulta incómodo para dormir.

Hospedaje muy bonito y peculiar, buen desayuno, piscina climatizada que viene bien en la zona, por poner un pero llegamos antes de la hora de entrada y aún teniendo habitaciones preparadas se nos hizo volver más tarde, por el resto todo bien.

Solo estuve es un bar, desde luego el sitio es espectacular, super cuidado, y realizado con mucho gusto, lo valoraría mucho para una estancia seguro, entorno estupendo.

El lugar es encantador al igual que el personal. Hemos pasado un fin de semana estupendo. Cenamos en el restaurante y la comida es excelente al igual que el servicio. Volveremos porque merece la pena.

Es un lugar que me ha sorprendido muy gratamente, muy tranquilo, en un paraje natural muy bonito y cerca de la playas, muy bien equipado para ser un hotel rural, un spa algo reducido pero más que suficiente para las personas que usan el hotel, además se puede usar gratis la veces que se desee, parking exterior pero amplio y gratis, además dentro del recinto por lo que esta totalmente seguro, hasta un vmcampi de golf de 9 hoyos. Un pequeño pero que no me impidió dormir y descansar muy bien, la habitación es de suelo y techo de madera, el ruido es inevitable del exterior de la habitación, lo intuyo pues en ese edificio estuvimos solos, pero de tener alguien alojado en la habitación superior lo notaría, obviamente se espera civismo de todos, pero... La verdad es que salvo ese detalle no sufrido pero que está hay en caso de lleno del hotel, se debe tener presente si se quiere descansar al 200% como yo y mi esposa. Otro punto muy a favor, el desayuno, es continental pero diría que ampliado, pues además del café, zumo,o tostada, tienes bizcocho, yogures, cereales, algo de fruta y puedes repetir, además personal muy atento. En fin , una experiencia muy positiva.