Bodegas Luis Cañas en Eskuernaga

Nuestra visita a la bodega fue genial. Ana, nuestra guía, nos hizo sentir como en casa, a la vez que, de manera muy sencilla y didáctica, nos explicó los puntos clave del proceso de elaboración de esos vinos tan ricos. Probamos un blanco y dos tintos reserva (luego nos llevamos un par de botellas del clásico crianza de su tienda). Además te llevas una copa serigrafiada muy bonita, un buen picoteo (jamón, chorizo, queso, aceite de cosecha propia muy rico) y unos recuerdos estupendos. Recomendable 100%.

Una experiencia inolvidable. Marta nos supo transmitir su pasión por la viticultura y nos encantó la visita. 100% recomendado.

Muy buena guía, mucha explicación y además en época de vendimia, con lo que ves el trabajo en persona.

Hoy mismo(Viernes Santo) yo y mi hermano hemos realizado una visita a ésta Bodega y ha sido una sorpresa muy agradable. Empecemos por la atención recibida por Ana(La Guía) que ha sido en todo momento "Super". Nos ha sorprendido también La Historia de ésta Familia que basándose en el "Trabajo y la Convicción" han logrado que ahora podamos disfrutar de sus Vinos, realmente exquisitos. También destacaría todos los medios de que disponen en el proceso, bien seleccionados y con una limpieza exquisita que sin duda entiendo demuestra lo bien que lo quieren hacer y lo hacen. Felicidades y Gracias pues a todos/as de nuestra parte desde Legazpi y es seguro que animaremos a otros/as para que puedan disfrutar tanto como nosotros. Antonio y Félix.

La verdad una visita genial, Marta nuestra guía,una profesional de 10.Una maravilla para visitar sin ninguna duda.

No hemos podido hacer la visita por no tenerla concertada pero el trato ha sido exquisito. Muy amable la chica que nos atendió. Muchas gracias

Ayer estuvimos haciendo la visita de la bodega de Luis Cañas en el turno 13.30 y nos atendió una guía súper agradable (no recordamos el nombre, pero fue encantadora), nos contó que lleva 18 años en la "familia cañas", se notaba el aprecio que tiene por su trabajo, por la bodega y por todo lo que ha vivido junto a ellos. Comenzamos la visita con su Blanco Viñas Viejas y unas aceitunas en su Gastrobar.  Desde el momento en el que llegamos nos recibieron con una calidez y hospitalidad que solo se puede encontrar en un entorno familiar. El equipo de la bodega nos hizo sentir como en casa, compartiendo con nosotros su pasión por el vino y dedicación a mantener viva la tradición familiar. La historia y tradición de las bodegas Luis Cañas se refleja en cada aspecto de la visita. Desde la cuidadosa selección de las uvas hasta el proceso de elaboración de los vinos, se puede apreciar el respeto por las técnicas ancestrales y el compromiso con la calidad. Cada vino tiene su propia historia que contar, y pudimos aprender mucho sobre el arte y la ciencia detrás de su creación gracias a las amenas explicaciones de nuestra guía. Quedamos impresionados por la belleza de las instalaciones de la bodega. Los edificios, con su arquitectura tradicional y encanto rústico sobretodo El Mirador donde pudimos probar un AOVE que elaboran ellos mismos y su nuevo Tinto Reserva del 2017. Imprescindible disfrutar de sus vistas a los viñedos mientras catas sus vinos. En general la visita fue una gozada, conociendo la historia, el proceso y las zonas donde se llevan a cabo la magia de Luis Cañas. Al terminar nos pusieron un picoteo con su Reserva Privada de Familia para acabar la visita de la mejor manera. Volveremos sin duda.

Una visita totalmente placentera. Muy diferente de otras por el itinerario de la visita y el significado que cobraba cada parada que hacíamos. La bodega contribuyó a ello pero sin lugar a dudas Marta, nuestra guía en la visita, fue una pieza clave para hacer de todo ello un momento inolvidable. Marta nos daba las explicaciones con tanto sentimiento que nos hizo disfrutar muchísimo. Una persona muy cercana y entrañable. Gracias Marta.

Excepcional visita! Distinta , amena,interesante, nueva cosas a conocer sobre el vino y las cepas..... Y todo gracias a Marta. Guia, muy conocedora de la bodega y de su historia, clara y cercana, y al final casi amiga. Los vinos, las vistas, la bodega, el aceite que nos dieron el pikoteo..... Gracias Marta, gracias familia Cañas. Repetiremos.

Experiencia súper recomendable. Hicimos la visita del Mirador y nos encantó. Además nuestra guía, Marta, fue encantadora. Pudimos ver casi todas las instalaciones y nos contaron cantidad de curiosidades. Los vinos deliciosos y terminamos con un tentempié. Fantástico.