Fuimos a cenar unas raciones en un día de diario en el mes de febrero
Reguero el dueño que es quien lleva el local, es un hombre encantador, profesional y superamable explicando lo que tenía para comer y adaptándonos algunos platos que pedimos a nuestro gusto
Local sencillo, limpio pero con un ambiente tranquilo y acogedor
Recomendadas las patatas bravas q son elaboradas con patatas naturales y salsa casera de elaboración propia
Una tapa de ensladilla deliciosa!!!
Recomendable