Asador Olaverri en Pamplona

Las mejores chuletas de cordero que me he comido en la vida!, todo muy muy bien, la atención del personal es muy buena y la atención a la mesa rapidísima... Mi esposa pidió un rápe negro que estaba de escándalo. Volvemos seguro, muchas gracias.

Restaurante precioso, atención del servicio super agradable, la comida un lujo para el paladar, gracias por hacernos disfrutar de cada bocado.

Buen sitio para comer en Pamplona carnes y pescados. Eso sí pilla sitio con tiempo que siempre está lleno.

Comida espectacular. Relación calidad precio muy buena

El mejor restaurante de Pamplona, nada inigualable. La mejor chuleta que me he comido en la vida.

Estupenda comida en muy agrable local.

Todo perfecto. Buena explicación de los platos, muy agradables y rápidos. Y la comida, tremenda la carne. El precio que pagamos fue de 70€/pers sin escatimar, vale la pena.

Espectacular. Las materias primas buenísimas. El chuletón extraordinario. La selección de vinos también. El servicio impecable y muy amable. Calidad/precio muy buena.

Acudimos por recomendación de un amigo a este tradicional asador en el corazón de Pamplona y fué todo un acierto. Que no te llame a engaño su diseño moderno, pues recibió una profunda reforma hace unos años, y realmente se trata de un asador con 60 años de historia a sus espaldas. En cuanto a su carta, también introdujeron los pescados salvajes a la brasa, que son una de sus señas de identidad. Mi amigo nos recomendó el rodaballo a la brasa, pero nosotros íbamos con ganas de carne, así que nos decidimos por un chuletón a compartir entre mi mujer y yo (1,2 Kgs), excelente y cabe decir que a un precio más que razonable. De entrante unas alcachofas salteadas con jamón ahora que están en temporada, aparte de una sopa de ajo y unas croquetas de jamón para mi hijo. De postre, una tarta de chocolate tipo sacher y una cuajada estupenda. Todo ello espectacular. Tienen una bodega que es de las mejores que he encontrado. Además cabe decir que el trato por parte del personal fué excelente, muy atento y profesional, a la vez que cariñoso con mi hijo, que es de agradecer. Tienen las brasas a la vista desde el salón y es todo un lujo. Sin duda, un restaurante en mi lista de favoritos de ahora en adelante.

Genial. Había mucha gente en San Fermín y tuvimos que esperar un buen rato para sentarnos, pero calidad excelente. Trato muy bueno. Lo recomiendo.