ARGUS en Córdoba

La sensación que tengo es que está orientado a clientela no local. Precios excesivos aunque la oferta gastronómica nos gustó. El chico que nos atendió mostraba interés pero le faltaba formación.

Precioso edificio y comida excelente. El rabo de toro exquisito. El servicio muy atento.

Gran experiencia. Pedimos croquetas de jamon , rabo de toro cordobés y lasaña de carne, esta ultima fue una gran sorpresa al tener las placas como tostadas. Estaba todo riquisimo y los camareros, (un chico y una chica) fueron los dos encantadores . De precio asequible y bien ubicado

Llegamos a las 14:30 y a las 16:00 no habia llegado la comida....... Pedimos que bajaran la musica varias veces porque no podiamos casi ni hablar....... Por favor, si no podeis atendernos, mejor no cojais reserva. Gracias.... Luego llamamos al Jefe, y a pertir de ahi todo muy bien. La comida excelente. Nos pidieron disculpas, y se mitigo el enfado inicial. Si vais fuera de periodo pico, y evitando periodo de los patios, seguro que os gustara

Mi pareja y yo buscábamos un sitio especial para celebrar nuestro aniversario y fue todo un acierto. El dueño estuvo pendiente de nosotros durante toda la cena y nos explico de forma detallada cada plato y lo mejor que adapto todos los platos a mis necesidad por ser celiaca, como en la foto que hizo dos lasañas con y sin gluten para ambos. Gracias por todo, repetiremos sin duda.

Un momento memorable de compartir. Una mesa singular donde nuestro paladar nunca deja de sorprenderse. Sabores fantásticos e inesperados. Un anfitrión tomado de la cultura francesa y con un deseo sincero y franco de brindar placer y degustación refinada. ¡Una mesa imprescindible! ¡¡Volveremos!!

Cocina muy original, vino excepcional y una acogida personalizada muy apreciable.

Un sitio donde poder tener una linda conversación, con un ambiente relajante, y una comida deliciosa. Seguro que volveré!

Ejecución perfecta de todos los platos.

Restaurante número 1 en Córdoba por muchos motivos. Ubicación, decoración, ambiente, pero sobre todo dos cosas esenciales, calidad exquisita en todos los platos de la carta, y un trato increíble tanto de Felipe como de Charlotte. Sin duda, obligatorio ir.