A Catriña en O Pino

Fue una experiencia muy grata. El personal que nos atendió fue muy amable y la comida estaba muy rica, no me pareció muy caro para el tamaño de los platos que ofrecían… además, considerando que es comida con ingredientes que deben ser traídos desde afuera

Sitio con camareros muy agradables para parar en el camino y tomar cualquier bebida que te apetezca . Tienen un sello que no te lo puedes perder en el camino . Comida sin más . Le falta un toque a la carta y que sea todo mejor cocinado y más casero .

No comimos pero entramos por la novedad del sello lacrado precioso y aprovechamos para tomar un margarita , tan rico que tuve que pedir otro . Las chicas amables y las vistas preciosas , tienen una terraza espectacular que no se pudo disfrutar por el tiempo.

Pedí una hamburguesa y estaba realmente deliciosa!! Las patatas fritas también son deliciosas. El método de pedido es similar al de Corea, por lo que es conveniente. ¡¡El ambiente también es genial!!

Cenamos en este sitio, muy buena atención, muy buena comida, no tengo palabras para darles gracias por su atención y amabilidad

Los nachos y las quesadillas estaban riquísimas, y estar comiendo con esas vistas desde el ventanal fue un espectáculo.

El ambiente la música y la temática del restaurante es espectacular para subir el animo y comer rico, música con volumen adecuado para conversar y comer tranquilamente

Día del Trabajo y casi todas las compras y restaurantes también en días festivos. Qué suerte poder visitar un bistró mexicano que sirve una amplia variedad de cocina desde México hasta Estados Unidos y, por supuesto, los platos locales favoritos. Pedí Feylina, sándwich de filete de pollo criado localmente, hamburguesa guachiiturro con 150 g de ternera gallega, huevo frito, queso, jalapeño y tocino, ambos sobre pan brioche. Ambos venían con gajos de papa frita ligeramente salados y opciones de salsa: teníamos mostaza con miel y mayonesa de chipotle. Una guarnición de lechuga, tomate y cebolla completó la cena. Todo delicioso, sabroso y bastante abundante. El servicio fue rápido y con menú de alta tecnología y sistema de pedidos mediante código QR o tableta adjunta a una mesa. El lugar rezuma energía y diversión amenizado por música alegre, adornado con coloridos picados y calaveras. El propietario, Fabián, es práctico y sirve activamente: un trasplante de la Ciudad de México que prospera en O Pedrouzo. Un oasis acogedor después de un largo día de caminata.

La salsa picante es divina: una bondad ahumada que hace un agujero en la parte posterior de la garganta. Carta variada y clara con opciones vegetarianas y veganas. ¡Tienen una hermosa estación donde puedes sellar tu pasaporte del Camino! Personal amable también. ¡No me puedo quejar!

Gran restaurante con cocina mexicana original. La comida es buena sin excepción y vale la pena el precio. Las camareras son amables y serviciales. Si lo deseas, puedes agregar a tu credencial un Sello de cera del color que prefieras.