El Machi en Santander

Visita en Diciembre de 2023 a un sitio que nos gustó muchísimo. Cenamos arriba, muy cómodos y con una gran atención por parte del personal. Probamos guisos del lugar como alguna caldereta de pulpo. Todo buenísimo, un sabor y calidad brutal. El sitio calidad-precio merece la pena. Ojalá regresar a Santander y poder ir de nuevo.

Esta reseña la escribí en noviembre de 2022: Comimos este fin de semana. Éramos tres personas y todas coincidimos en que fue el mejor pastel de cabracho que hayamos comido nunca. Insuperable. Y el arroz con carabineros, espectacular. Además, el camarero fue muy atento y nos recomendó un buen vino. Volvimos a Santander en octubre de 2023 y repetimos el restaurante, y perfecto. Lamentablemente, porque era un sitio que nos había dejado muy buena impresión, tengo que editar la reseña porque en el mes de enero 2024 estuvimos de nuevo y nos llevamos un chasco terrible. La calidad de la comida sigue siendo buena, pero han recortado las raciones una barbaridad, no así el precio, por lo que con las cantidades que habíamos pedido tres meses antes, nos quedamos con hambre. Un despropósito. Parece ser que el "jefe" ha decidido recortar las cantidades de los platos sin menguar el precio. Es una lástima porque era un sitio que tenía fichado para cada vez que visitaba Santander.

La carta muy variada al servicio muy bueno y el ambiente excelente.Siempre que voy a Santander me paso por allí

Desde el sitio, al servicio de mesas, la calidad de la comida... muy confortable y el personal muy amable. Pedimos arroz con bogavante y estaba espectacular. La ensalada con Granada.. .estupenda. Repetiremos sin duda.

Todo correcto, nada delicioso. No destacó nada de la cena, el pudin de cabracho estaba bastote. Las almejas estaban buenas, pero escasa racion. Para sorpresa negativa la lasagna de marisco que poco más y no la encuentras en el plato. Sitio caro, poca cantidad

Me encantó,comida tradicional, marinera,estuve con mis amigas y pudimos hablar,se nos pasó el tiempo volando

Tenía ganas de comer aquí, y después de reservar estuve dudando por alguna crítica negativa que leí, pero al final fui y no me arrepiento. Comimos media ración de rabas de calamar, unas almejas a la sartén, por cierto de muy buen tamaño, y arroz con pulpo a la parrilla para compartir, y todo estaba muy rico, es más, seguro que repetiremos. La única pega que le pongo es la carta de vinos, la verdad es que me fijé más en los blancos, que es el que tomamos, solamente un verdejo, J.F Arriezu, para mí de medio pelo, pero a precio de verdejo top, 22 eu, por menos de ese precio, por ejemplo te puedes tomas un Jose Pariente en cualquier otro restaurante; un solo albariño a 25 eu, Enxebre de Condes de albariño, y el resto, vinos blancos de Cantabria, me parece fenomenal que apuesten por ellos, pero para mí también pasados de precio. De todas formas, este problema de la carta de vinos la tienen en todos los restaurantes del grupo, como La Caseta de la Bombas o El Italiano, a mí me gusta ver la carta de vinos de los restaurantes a los que voy a ir, y sinceramente, estas me hizo dudar,

Aunque el personal intenta ser amable y servicial, no dan a basto y el servicio es un poco caótico. Pedí dos veces mejillones en salsa y a los 20 minutos me los sirvieron al vapor.

La comida bien, pero ha llegado con casi 90 minutos de retraso, no por culpa del restaurante, puesto que fue enviado en tiempo.

Sitio pintoresco con decoración marinera, agradable, acogedor, informal, personal muy amable y rápidos en el servicio. Estuvimos en el puente del Pilar y fuimos por recomendación de unos familiares y estuvimos muy a gusto. Cenamos dentro del local pero también disponen de terraza exterior. Probamos la milanesa de rape, lubina al horno, verduras a la plancha y rabas. y tambiÉn cerveza "la bonita". Todo bien preparado y raciones abundantes . Volveríamos a ir encantados